Numerosos objetos de jade de gran valor creados durante la antigüedad china están elaborados a partir del jade de Hetian, que se ha ido suministrando a otras regiones del país durante cinco o seis mil años. Muchos de los más famosos objetos de jade de la civilización china fueron hechos con jade de Hetian, como los objetos rituales de la dinastía Zhou, el sello imperial de Qin, las vestimentas funerarias usadas durante los Han, la flor de loto de los Tang, el buda de la Misericordia de la dinastía Song, las jarras de la dinastía Yuan y los pequeños adornos de los Ming. La escultura de jade más grande en la historia de China, “Dayu domina el río desbordado”, de 5.330 kilos y conservada actualmente en el Palacio Imperial de Beijing, está elaborada también con el jade de Hetian.
El jade de Hetian empezó a tallarse, pulirse y abrillantarse hace unos 4.000 años, en un delicado y complejo proceso que incluía los más variados diseños. El diseño es un eslabón de suma importancia, ya que frente a una piedra de jade, es muy difícil tomar la decisión de qué cosa a esculpir, y este primer paso requiere de experiencia y talento. Los instrumentos para el cincelado y la talla abarcan centenares de clases y diferentes instrumentos producen efectos diversos. Entre las piezas de jade de Hetian de pequeño tamaño figuran los corazones de gallo, los sellos, las máscaras, pendientes, brazaletes y anillos, y, entre las de gran tamaño, los incensarios, el esculpido de paisajes, los biombos, y las figuras de animales y flores.
El río Yurungkashi (o Baiyu) nace de la montaña Kunlun y pasa por Hetian.