Conocidos como ‘los Cuatro Caballeros’, la flor del ciruelo, la orquídea, el bambú y el crisantemo se han convertido en un símbolo cultural para marcar la integridad moral, no sólo por su naturaleza elegante, sino también gracias a la apreciación y la alta estima de la que han sido objeto por parte de pintores y literatos de diferentes dinastías.