(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Más de una década después de que las autoridades chinas tomaran medidas contra Falun Gong, una secta que floreció hace varios años en el país, una nueva oleada de campañas de concienciación ha sido lanzada para “educar” a la ciudadanía sobre este tipo de sectas y recordarles que se mantengan alejados de ellas.
En las localidades pequeñas y las comunidades residenciales en las grandes ciudades las autoridades han puesto en marcha acciones que buscan informar a la gente sobre las sectas, el daño que pueden causarles y las formas de reconocerlas.
Aunque aún no suponen una amenaza grave para el gobierno ni la sociedad, las sectas y cultos continúan creciendo y atrayendo a un número cada vez mayor de personas en China. Por ello, es de particular importancia para las autoridades mantenerse alerta, según indican expertos y activistas de la campaña.
A principios de julio, la polícía de Chengde, en la provincia de Hebei, llevó a cabo una redada contra una reunión de la “Iglesia de los Discípulos”, una secta reconocida, y detuvo a su organizador. Esta secta fue fundada en 1989 por un campesino de la provincia de Shaanxi quien afirmaba ser la reencarnación de Jesucristo. Sus seguidores deben rendir culto a su fundador.
Esta “iglesia” afirma que sus seguidores no necesitan ir al médico cuando enferman porque sus enfermedades pueden curarse a través de la oración. También dice que los estudiantes pueden conseguir conocimiento sin ir a la escuela una vez que se unan a la “iglesia”.
Aunque las dos primeras generaciones de líderes de esta secta ya han fallecido, la “Iglesia de los Discípulos” sigue creciendo. En su apogeo hace cuatro o cinco años, contaba con decenas de millones de seguidores, muchos más que Falun Gong, según expertos académicos.