Esta tumba, asentada en Laoshan a 10 km al oeste de la parte céntrica de Beijing, mide 24,5-26 metros de largo de sur a norte y 22-23,5 metros de ancho de este a oeste y tiene un camino de 24 metros que lleva al interior. Hasta ahora se han encontrado en la tumba un "huangchangticou", una pieza de hierro rectangular y dos vestigios del "conducto de transporte" usado en la construcción de la tumba. Por "huangchangticou" se refiere a un círculo de madera de ciprés colocada en una dirección fija y de una manera especial correspondiente a las tumbas de rey de la época Han. Su presencia es un testimonio más que suficiente del status especial del ocupante de la tumba. Por consiguiente, los expertos en reliquias afirman que ésta es la tumba de un rey de la dinastía Han. Además, sostienen que el objeto de hierro encontrado es la parte afilada de un instrumento con que se empleó en la excavación de ese tiempo. Su descubrimiento, dice el responsable del Buró Municipal de Reliquias, tiene un considerable valor porque pone de manifiesto que durante la dinastía Han la fundición de hierro era desarrollada y la gente fabricaba instrumentos de hierro para la excavación.

La tumba de Laoshan es el descubrimiento arqueológico más importante de Beijing durante los últimos 30 años y, a la vez, es el descubrimiento arqueológico más importante de China en las puertas del nuevo siglo. Tanto en términos de época como en términos de ubicación, la tumba de Laoshan es una de las excepcionales. Se espera que la tumba proporcionará datos y materiales preciosos para facilitar el estudio de la zona de Beijing de más de dos mil años atrás en lo político, lo económico y lo cultural y el estudio del sistema de funerales y entierro de la época Han. En el momento se está continuando con la excavación arqueológica de la tumba.