Huevo del Centenario

Este huevo es conocido como pidan, o huevo del centenario.

Según la historia hace 600 años, un pato accidentalmente puso un huevo en una piscina que contenía muy poca agua pero grandes cantidades de cal. Un campesino posteriormente descubrió los huevos y los consumió encontrándolos muy deliciosos.

Los huevos del centenario se convirtieron en un plato muy popular y masivamente producido con huevos de pato. El color de su clara va desde un verde oscuro hasta un gris y con una yema de color marrón oscuro.

Los huevos son preservados en una mezcla cal viva, arcilla, sal, cenizas y cáscaras de arroz durante varias semanas o meses.

Son servidos como aperitivos y sumergidos en salsa soya. Una receta de la ciudad de Shanghai los preparan junto con el tofu. También pueden ser cortados en pequeños trozos para después agregarlos en la sopa de arroz.