El ‘Eternity Café’ está situado en un edificio con forma de ataúd, sin ventanas, y proporciona una macabra experiencia gastronómica. Muchos acuden a este lugar simplemente para curiosear en su interior, pero más allá de los ataúdes, flores y demás parafernalia funeraria, el menú de este café presenta platos con nombres de diversos rituales mortuorios. No es de extrañar, pues su propietario es también el dueño de una funeraria cercana.
El restaurante ha sido registrado en el Libro Guinness de los Récords como el mayor ataúd del mundo.