Este restaurante es ideal para los entusiastas de lo military que aun así prefieran no adentrarse en territorios en conflicto pero deseen sentir el mismo miedo. El exterior de este restaurante está diseñado para hacerte sentir que entras en un búnker y, una vez dentro, los camareros te atienden en uniforme militar. La experiencia resulta un poco más auténtica gracias a la ambientación musical: aviones que vuelan bajo, bombas y granadas. La especialidad de la casa son los sándwiches y hamburguesas. Los precios no te harán sentir pavor, pero algunos sándwiches se venden bajo el lema “puede matarte”.