Aproximadamente a 40 kilómetros del monte Emei encontramos otro sitio de misterio y espiritualidad – Leshan, el Buda gigante.
Siendo el Buda más grande de China, este Buda Maitreya sentado mide 71 metros de altura y la envergadura de sus hombros es de casi 28 metros. El dedo más pequeño de su pie es tan grande como para que una persona se siente. Como dicen los locales, “la montaña es un Buda y el Buda es una montaña”. Visto desde lejos, cruzando el río, toda la cadena montañosa parece un Buda dormido, con la estatua en su corazón y una gran pagoda en el lugar de su potente miembro viril.
En 1996 ambos, la estatua y la montaña, fueron denominados como patrimonio histórico de la humanidad, por la UNESCO.
Por lo tanto, así como no necesitas ser un Rey Mono para disfrutar de la bella historia de Viaje al Oeste, tampoco necesitas ser budista para quedar impresionado con la belleza de la naturaleza combinada con ese toque de espiritualidad humana que tiene la montaña.