Hoy vamos a la Curva de la Arena Sonora, paraje situado en el norte de la región autónoma de Mongolia Interior.
Este paraje puede considerarse el fruto de un milagro, puesto que cuando uno se desliza por la arena desde lo alto de una gran duna, se oye retumba por el valle una especie de trueno, un ruido parecido al de los aviones. Una hermosa leyenda explica así el origen de la Curva de la Arena Sonora: por un descuido, un genio dejó abierto su saco de arena y de repente se formó un desierto; arrepentido de su negligencia, el genio trazó una curva de arena y la puso bajo la vigilancia del dios de los truenos. El mismo halo de magia que rodea esta leyenda es el que impide resolver el enigma de la arena sonora. Li Mingke, investigador especializado en este fenómeno, nos presenta brevemente las dos principales hipótesis con las que se ha intentado explicarlo: