Pese a la ventaja, España saltó al campo en la segunda con más hambre y a punto estuvo Xavi, otra vez encontrado con su juego, de lograr el tercero con un disparo letal, pero el meta irlandés alcanzó a desviar el balón.
Dos minutos antes de que Del Bosque sacase a Torres para dar entrada a Cesc, el delantero del Chelsea tuvo tiempo para marcar el tercero, después que el balón, claro está, pasara otra vez tras por las botas de Iniesta y Xavi.
Pero la selección española tenía más alegría para regalar a su afición. Se produjo el cambio de Torres por Cesc y el azulgrana no desperdició la nueva oportunidad que le daba su preparador de justificar por qué lo había elegido para abrir como falso nueve ante Italia, fusilando las redes defendidas por Given y celebrando luego con un gesto de rabia.