En comparación con la etapa inicial, las ferias ofrecían en todo el país un panorama impresionante tanto en cantidad como en magnitud. Refiriéndose a su contenido, sin embargo, las actividades aún se centraban principalmente en sacrificios a Dios y representaciones artísticas, con limitados actos comerciales populares. El estereotipo verdadero y perfeccionado de la feria surgió en la dinastía Qing e incluso en la época moderna.