Relaciones con los países grandes



 

     Relaciones China-Japón


Japón es uno de los países vecinos más importantes de China y las relaciones con Japón siempre han ocupado una posición importante en la diplomacia de China, sobre todo en su diplomacia con los países de entorno.


Desde 2003, el Primer Ministro japonés Junichiro Koizumi visitó en tres años sucesivos el Santuario Yasukuni, donde se rinde tributo a los criminales de guerra de primera clase. El 4 de agosto de 2003 el incidente de lesión de ciudadanos chinos en Qiqihar por bombas de gas tóxico abandonadas por las tropas agresoras niponas tocó en particular un asunto delicado entre los dos países.


Viendo en términos generales, sin embargo, los tropiezos superficiales de las relaciones bilaterales no pueden encubrir su progreso esencial: El 2003 fue un año en que estas relaciones "avanzaron en medio de las dificultades". En los pasados 31 años a raíz de la normalización de las relaciones diplomáticas chino-japonesas, éstas han experimentado altibajos constantemente; sobre todo en los últimos años, debido al levantamiento de cabeza en cierto sentido de la tendencia militarista y la ala derecha en Japón, las relaciones bilaterales se han caracterizado evidentemente por la frialdad en lo político y el calentamiento en lo económico. En el campo de la política y la seguridad, ambas partes muestran una frialdad relativa y una postura de guardia bastante fuerte, mientras los intercambios económicos han sido muy frecuentes y han tenido progresos considerables cada año.
En 2003 las relaciones chino-japonesas lograron progresos: En primer lugar, los dos países mantuvieron de continuo contactos de alto nivel. El Presidente del Comité Permanente de la APN de China, Wu Bangguo, visitó Japón y valoró altamente las relaciones bilaterales. Wu dijo: Al cabo de más de 30 años de desarrollo, las relaciones chino-japonesas ya cuentan con una base saludable, se ha profundizado cada vez más la interdependencia entre los dos países, se han ampliado notablemente los terrenos de cooperación y se han aumentado los intereses comunes. En el nuevo siglo, ambas partes deben persistir siempre en "tomar la historia como espejo y dar la cara al futuro" y arreglar de forma adecuada los problemas que interesan a la otra parte, sobre todo el problema histórico y el de Taiwan. Ambas partes deben valorar las relaciones bilaterales desde la altura estratégica, desarrollar la amistad entre ambos países desde el punto de vista global, profundizar la comprensión, incrementar la confianza y esforzarse para elevar las relaciones bilaterales a un nuevo nivel.


En segundo lugar, el problema dejado por la historia ha sido bastante bien tratado. Las tropas agresoras japonesas dejaron casi 2 millones de armas químicas en China, amenazando gravemente la vida y la seguridad del pueblo chino. Después del incidente del "4 de agosto", el Gobierno chino ha hecho gestiones en varias ocasiones con el Gobierno japonés, urgiéndolo a cambiar la actitud errónea y a acelerar el proceso del tratamiento apropiado de dicho problema, de suerte que éste entró en la órbita de solución gradual.


En tercer lugar, se ha robustecido en mayor medida la cooperación económica y comercial. En 2002 el volumen del comercio bilateral superó los 100.000 millones de dólares, y la inversión que había hecho Japón en China alcanzó un total acumulativo de 39.100 millones de dólares. En 2003 el comercio bilateral superó los 130.000 millones de dólares. Las empresas niponas continuaron con el ímpetu de trasladar sus bases de producción a China, de manera que siguió profundizándose la interdependencia económica entre los dos países.
Por lo demás, ambos países reanudaron el intercambio militar. El jefe del Departamento de Defensa de Japón Shigeru Ishiba visitó China en septiembre de 2003, y ambas partes decidieron realizar la primera visita entre buques del Ejército Popular de Liberación de China y buques del Cuerpo de Autodefensa de Japón, para tener un buen inicio en el establecimiento de relaciones de confianza.


Al mismo tiempo, ambos países han fortalecido aún más la coordinación y la cooperación en los asuntos internacionales y regionales, y su cooperación en el arreglo de la crisis nuclear de la RPDC ha llamado la atención en especial y ha logrado cierto progreso.