R: La experiencia internacional muestra que cuando un país marcha pasando de uno de ingreso bajo a otro de ingreso mediano, esto es, cuando el PIB por persona transita de US$1.000 a US$3.000, probablemente tenga dos perspectivas. Una es que entra en un “periodo de oro para el desarrollo”, es decir, mantiene un largo tiempo de incremento económico y realiza la industrialización y la modernización sin contratiempos. La otra es que pasa a un “periodo de abultamiento de las contradicciones”, o sea, la no coordinación entre la economía y la sociedad deja las contradicciones sociales y económicas al descubierto sin cesar; si éstas no reciben arreglo adecuado, se agudizan y hacen estancar el desarrollo económico y social, e incluso provocan la conmoción y el retroceso sociales.
En 2003, cuando el PIB de China por persona superó los US$1.000, el país empezó a vivir este importante periodo histórico. Debido al proceso del viraje del sistema, del reajuste de la estructura y del cambio social y, en particular, al incremento económico superior al 9% durante más de veinte años, que es el mayor milagro en la historia humana, China ha pagado su costo, esto es, la sociedad se torna cada vez más inarmoniosa. Sobre todo, la distribución del ingreso injusta, la brecha entre ricos y pobres, la brecha entre las zonas urbanas y las rurales, el empleo y la corrupción se han convertido en problemas candentes, de reacción vehemente entre las masas populares. En tales circunstancias, el quid para la solución de estos problemas consiste precisamente en edificar una sociedad armoniosa si estamos dispuestos a culminar el viraje de la sociedad sin sobresaltos, alcanzar el consenso social y hacer realidad la prosperidad compartida. Razón por la cual, fue muy necesario y oportuno que China formulara la meta de edificar una sociedad socialista armoniosa.
La sociedad socialista armoniosa que China está edificando ha de ser una sociedad democrática y regida por la ley, equitativa y justa, de fe y fraternidad, plena de vigor, estable y ordenada, y de convivencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza. Su meta general es como sigue: expandir la capa social intermedia, disminuir el grupo de renta baja y el grupo pobre, racionalizar el orden de la distribución del ingreso, golpear con rigor la corrupción y la riqueza ilegal, intensificar los pagos de transferencia gubernamentales, tomar el aumento del empleo como un objetivo importante del desarrollo, esforzarse por mejorar las relaciones sociales y las de trabajo, tratar de forma acertada las contradicciones sociales bajo la nueva situación, y edificar una sociedad modestamente acomodada en todos los sentidos, aún más feliz, justa, armoniosa, ahorradora y plena de vigor.
Realizar la armonía social y edificar una sociedad hermosa siempre ha sido un ideal social que la humanidad busca con empeño y también el que el Partido Comunista de China persigue sin tregua. China necesitará emplear veinte años para dar cima a la edificación de una sociedad socialista armoniosa, lo cual corresponde a los intereses fundamentales de su pueblo de 1.300 millones de personas.
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