R: La emisión de bonos estatales a largo plazo para adquirir fondos necesarios para los proyectos con el fin de impulsar el aumento de la inversión era una característica relevante de la política fiscal activa que China aplicó en los últimos años.
En 1998, para hacer frente al impacto de la crisis financiera de Asia, China decidió incrementar la inversión y ampliar la demanda interna, dando a luz oficialmente la política fiscal activa. Como una de las importantes herramientas de la política fiscal, los bonos estatales tienen gran peso en la recolección de fondos, la compensación del déficit fiscal y la macro regulación y control de la economía. En el periodo 1998-2004, según estadísticas, China emitió un total de bonos estatales a largo plazo para la construcción valuados en 910.000 millones de yuanes, los cuales formaron una magnitud total de inversión aproximada de cinco billones de yuanes y contribuyeron cada año con 1,5 a 2 puntos porcentuales al aumento del PIB, posibilitando de este modo al Estado concentrar la fuerza en la conclusión de un nutrido grupo de proyectos de infraestructuras de vital importancia.
En cuanto a los destinos de los fondos obtenidos de los bonos estatales, lo primero que hizo China es asegurar la inversión para los proyectos de construcción y sus obras. Entre los principales de éstos se emprendieron sucesivamente los del ferrocarril Qinghai-Tíbet, el envío de gas natural y electricidad del oeste al este del país, el transvase de agua del sur al norte y varios complejos hidráulicos. En segundo lugar, se mejoraron las condiciones de producción y vida en el campo y se aumentó la inversión pública allí, resolviendo así la seria deficiencia de esta inversión que había perdurado muchos años. Tercero, se promovió la realización anticipada del progreso y la reconversión tecnológicos de las grandes empresas vertebrales. Cuarto, se intensificó la inversión en la explotación del oeste a gran escala, solucionando la escasez de fondos padecida por las regiones occidentales en el transporte, la energía, las telecomunicaciones, el reacondicionamiento del suelo, el servicio hidráulico y otros importantes proyectos de infraestructuras. Y quinto, se aceleró el paso de los proyectos de protección ecológica. De acuerdo con lo que exige la Hacienda pública, se aumentó el apoyo al desarrollo social, el desarrollo rural y el de las zonas subdesarrolladas, se empeñó en resolver la no coordinación entre el desarrollo económico y el social y entre el desarrollo urbano y el rural, y se prosiguió creando condiciones para acelerar el desarrollo económico de las regiones occidentales. A este respecto, los trabajos de fomento ecológico, tales como la devolución de tierras de cultivo a la silvicultura y la repoblación forestal de colinas y tierras baldías convenientes para ello, cobraron progresos considerables. Todo esto es inseparable del papel que desempeñaron los bonos estatales a largo plazo destinados a la construcción.
Después de introducir la política fiscal prudente, China mermará apropiadamente la magnitud de la emisión de tales bonos, y los fondos obtenidos de ellos se inclinarán a los eslabones débiles del desarrollo económico y social según el principio de reajustar la estructura y hacer distinción entre casos diferentes. Para el propósito se continuará potenciando la construcción de infraestructuras rurales y de importantes proyectos de servicio hidráulico, y se apoyarán la producción de cereales y el mejoramiento de las condiciones de vida en el campo; se incrementará la inversión en la educación básica, la sanidad pública, las instalaciones para organismos de seguridad pública, fiscalía y justicia, y el fomento ecológico y la protección ambiental; se apoyarán la explotación del oeste, el reajuste y la transformación de las antiguas bases industrial en el nordeste y otras zonas, y la aceleración del desarrollo de las antiguas bases revolucionarias, las zonas de etnias minoritarias, las zonas fronterizas y las zonas pobres; y se reforzará la construcción de infraestructuras para la seguridad de defensa en las zonas fronterizas, la seguridad de la energía y la seguridad contra el terror, así como la construcción de los importantes proyectos en obras, entre ellos el ferrocarril Qinghai-Tíbet, el transvase de agua del sur al norte y el saneamiento del río Huaihe.
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