R: Anteriormente, bajo el sistema de economía planificada China controlaba por completo las transacciones de divisas y prácticamente distribuía y utilizaba todos los recursos de divisas de manera centralizada. A principios de 1994, para acelerar el desarrollo de la economía orientada al exterior, el Gobierno chino empezó a tomar una serie de medidas importantes para reformar el sistema de administración de divisas, entre ellas la liquidación y venta de divisas, la unificación de las tasas de cambio y el establecimiento del mercado de transacción interbancaria de divisas, e introdujo sin inconvenientes el sistema de tasas flotantes unitario, administrable, con la convertibilidad del renminbi en las cuentas corrientes y basado en la oferta y demanda del mercado, creando así en lo inicial un marco básico para la distribución de recursos de divisas mediante el mercado.
Después de 1997, para resistir el impacto de la crisis financiera de Asia, China adoptó la política de no devaluación del renminbi y mantuvo básicamente estable la tasa de cambio de esta moneda. En la actualidad mucha gente supone que China sigue manteniendo un control muy riguroso en las cuentas de capital, pero en realidad es un malentendido. De hecho, el renminbi se ha vuelto ya parcialmente convertible en estas cuentas. Entre las 43 cuentas de transacción de capital clasificadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), China tiene ocho con convertibilidad, once con escasas restricciones, 18 con más restricciones y sólo seis bajo control riguroso.
Dentro de poco, sobre la base de satisfacer aún más el uso de divisas en las cuentas corrientes, China relajará las restricciones sobre aquellas cuentas de capital cuyas condiciones han madurado. Se refiere principalmente a que se apoyará la inversión directa en ultramar por las empresas chinas, se aprobará de manera condicional a algunas transnacionales de capital foráneo para que transfieran temporalmente los fondos ociosos afuera del territorio chino para su operación, se apoyará a las transnacionales de capital chino para que aumenten el capital o fondos de operación de sus compañías en ultramar, se permitirá a los ciudadanos legalmente inmigrados en el extranjero y los individuos no residentes remitir según las estipulaciones sus activos legalmente poseídos en territorio chino, se introducirán de manera selectiva instituciones financieras internacionales para que emitan bonos en renminbi en China, se explorará e implantará el sistema de inversionistas institucionales domésticos calificados, y se permitirá a las instituciones financieras no bancarias hacer inversión en valores en el exterior.
En un periodo futuro, tomando como objetivo el fomento del equilibrio de la balanza de pagos internacionales, China profundizará aún más la reforma del sistema de administración de divisas, proseguirá impulsando la convertibilidad del renminbi, explorará y establecerá un mecanismo de mercado y un sistema de administración susceptibles de regular la balanza de pagos internacionales, aumentará la variedad de transacciones interbancarias en el mercado de divisas, experimentará con el sistema de hacedores de mercado basado en el dólar americano, perfeccionará el actual sistema de administración y supervisión de tipos de cambio, e impulsará de modo activo y prudente la reforma del mecanismo de formación de las tasas de cambio del renminbi para mantenerlas básicamente estables en niveles racionales y equilibrados.
Ya en 1993 China anunció con claridad que el objetivo a largo plazo de la reforma del sistema de administración de divisas es la convertibilidad del renminbi.
Con respecto a la reforma de la tasa de cambio del renminbi, China se adhiere al principio de iniciativa propia, control y avance progresivo. La iniciativa propia significa que a la luz de la necesidad de la reforma y el desarrollo, China decide por sí el modo, el contenido y el tiempo de la reforma de la tasa de cambio. Para esta reforma se debe tener en plena consideración su influencia en la estabilidad macroeconómica, el incremento económico y el empleo, y tener en consideración la situación del sistema financiero y el nivel de supervisión sobre las finanzas, la capacidad de aguante de las empresas y el comercio exterior, así como también el impacto sobre las economías y finanzas de los países y regiones de entorno y el mundo. Por control se entiende que las variaciones de la tasa de cambio del renminbi deben ser controlables dentro de la macro administración, y ser convenientes para impulsar la reforma pero sin salir de control, a fin de evitar conmociones en el mercado financiero y fluctuaciones drásticas de la economía. Y por avance progresivo se refiere a que es preciso impulsar la reforma metódicamente y considerar no sólo la necesidad inmediata sino también el desarrollo a largo plazo, sin precipitación por tener resultados rápidos.
A fin de cuentas, China debe continuar perfeccionando el mecanismo de formación de la tasa de cambio del renminbi y mejorar aún más el sistema de tasa de cambio con orientación al mercado y dotado de una mayor elasticidad. No obstante, como la reforma atañe a muchos aspectos y puede tener proyecciones trascendentales, aún necesitamos realizar una gran cantidad de preparativos y crear condiciones y ambiente convenientes, de manera que todas las partes puedan soportar el posible impacto. Esta actitud y proceder responsables de China no sólo favorecen su propia estabilidad y desarrollo en lo macroeconómico, sino además la estabilidad y el desarrollo de las economías de los países de entorno y el mundo.
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