R: El magro regulación y control de la economía es común a cualquier país, no una creación de China. Desde 2003, China adoptó medidas de macro regulación y control contra el sobrecalentamiento de la inversión en los sectores de acero, alúmina y cemento, principalmente porque estos sectores arrojaban un alto consumo de energía, provocaban una fuerte contaminación, o tenían proyectos de construcción duplicados de bajo nivel, y sus capacidades de producción ya podían satisfacer e incluso rebasaban la demanda del mercado nacional. En tales circunstancias, si no se les aplicaba la macro regulación y control, su sobrecalentamiento podría influir negativamente en la economía nacional y hasta afectar el crecimiento continuo de la misma.
Toca observar que la actual macro regulación y control se encamina por objetivo, antes bien, a neutralizar los riesgos del sector bancario, pero no cubre las empresas de capital foráneo como objeto principal. Por consiguiente, en general éstas no sufrirán mayor impacto. Si ha de haber cierto impacto, recaerá más bien sobre la inversión especulativa, pues la elevación del riesgo contendrá en lo objetivo el flujo de entrada de los fondos de especulación. Por otra parte, la reducción de los fondos de crédito de la banca hará más difícil la consecución de préstamos para una parte de las empresas de capital foráneo, y debido a la influencia del ciclo económico la restricción estatal contra la siderurgia, el sector de bienes raíces y otras ramas también podrá afectar la gestión de algunas empresas de capital foráneo.
Visto a largo plazo, sin embargo, estas medidas son favorables al desarrollo de las empresas de capital foráneo. Pues, éstas sufrirán mayor riesgo si la economía china se sobrecalienta. Pero la macro regulación y control puede neutralizar el riesgo traído por el sobrecalentamiento y hacer más racional el mercado. Para las empresas de capital foráneo dispuestas verdaderamente a entrar en China, la regulación y control en lo macroeconómico no mermará su interés por la inversión, sino que les creará un ambiente más seguro para la realización de su estrategia de largo alcance. En la actual macro regulación y control, por ejemplo, China ha reforzado la regulación y control del sector de bienes raíces, ha reglamentado con rigor el mercado de tierra y ha reducido los fondos de crédito de la banca. Esto marginará del juego a aquellas empresas de inmuebles medianas y pequeñas poco fuertes, pero ayudará a las empresas con inversión foránea aprovechar su superioridad en fondos para abrirse camino con celeridad al mercado chino de bienes raíces. El sector siderúrgico se sobrecalienta incluso más que el de inmuebles. La prohibición del Estado para la inversión en la siderurgia recae sobre todo en las fábricas de placas de acero de mediano y bajo nivel, pero las empresas de capital foráneo rinden productos que escasean en China. Esta demanda facilitará la incesante entrada de fondos foráneos en el sector siderúrgico de nuestro país gracias a la macro regulación y control.
Debido a que la macro regulación y control de China aplica tanto restricción como protección al capital foráneo, habitualmente éste adopta respuestas flexibles. Esto se advierte en la reestructuración de su inversión directa. En 2004, por ejemplo, la inversión foránea aumentó sin cesar y por amplio margen en los sectores de alta tecnología, sobre todo en toda la línea en los sectores de productos electrónicos, equipos especiales y universales, software y servicio a la computadora, al tiempo que se incrementó considerablemente su número de centros de desarrollo y oficinas principales de carácter regional en China. Estos hechos demuestran que la política de macro regulación y control no ha arrojado mucho impacto negativo sobre la inversión foránea.
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