Problemas endémicos

En los estudios sobre los diez problemas más preocupantes realizados en los últimos años, cuatro temas nunca han faltado: la reforma del sistema de asistencia médica, la seguridad social, la seguridad de los alimentos, y la corrupción.

En ediciones anteriores, la reforma sanitaria ocupaba de forma rutinaria la primera posición y, a pesar de haber sido sustituida el año pasado por los precios y el costo de la vivienda, la asistencia sanitaria sigue siendo uno de los temas que más preocupan. A principios de 2010, un sondeo sobre la nueva reforma sanitaria mostraba que el 44% de los encuestados adoptaban una actitud de “esperar y ver”, superando el número de los que “confiaban” en ella (el 32%).

A finales de junio de 2010, la cobertura del sistema de garantía de asistencia médica básica se había ampliado alcanzando al 90% de la población, logrando el objetivo que se buscaba un año antes de lo previsto. Sin embargo, quedan muchas dificultades por delante. El sistema de garantía de asistencia médica básica, el sistema de medicamentos básicos, el sistema sanitario de base, la atención sanitaria pública primaria y la reforma de los hospitales públicos siguen en la lista de espera para la reforma sanitaria del XII Plan Quinquenal para el periodo 2011-2015.

La seguridad social ocupa el séptimo lugar entre los problemas de 2010. La gente común y corriente sigue preocupada respecto a las pensiones de jubilación, el servicio médico, el desempleo, los accidentes de trabajo, y la planificación familiar.

Jin Weigang, subdirector del Instituto de Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, señala que, sin soluciones para estos problemas, incluso si los ingresos de la población aumentasen, la gente no se atrevería a consumir, lo que afectaría a la calidad de vida individual y perjudicaría a la economía de todo el país.

Respecto al periodo del XII Plan Quinquenal, Jin Weigang opina que la atención debe centrarse en los “espacios en blanco”, por ejemplo, en el apoyo a la tercera edad en las ciudades y pueblos no cubiertos por ningún programa de bienestar. La voz de la opinión pública pidiendo la reforma de los seguros de jubilación de los funcionarios públicos se hace sentir. Hay quien dice que los funcionarios públicos se han convertido en un grupo privilegiado cuyos beneficios son exorbitantes, y deben ser los primeros sujetos a una reforma atrevida.

La seguridad de los alimentos se ha convertido en una vergüenza nacional. China es ya la segunda economía más grande del mundo, pero los escándalos en materia de seguridad alimenticia parece que no se acaban nunca: aceite de cocina sucio reciclado clandestinamente, nuevos casos de leche en polvo de ínfima calidad o las “mini-langostas” tóxicas. Todo eso no se corresponde con el estatus de China como potencia emergente.

En el sondeo de opinión sobre la “sensación de seguridad” de los chinos, llevado a cabo en julio de 2010, la falta de fiabilidad de los alimentos encabezaba la lista. En el estudio sobre los diez mayores problemas de 2010, ocupó el cuarto lugar de la lista, tras el precio de los productos básicos, el precio de la vivienda y la reforma sanitaria. En 2008, debido al caso de la leche en polvo contaminada con melanina, un escándalo que conmocionó al mundo entero, ocupó el segundo lugar.

¿Por qué no podemos erradicar los delitos contra la salud pública como la contaminación de los alimentos? Xu Hu, subjefe del departamento de Orden Social del Ministerio de Seguridad Pública, apunta que “al principal culpable, que produjo y vendió varias docenas de toneladas de leche en polvo contaminada con melanina, se le sentenció a tres años de prisión y la sentencia está suspendida por tres años. Este castigo no es suficiente para asustar a los criminales”. En septiembre de 2010, el Tribunal Popular Supremo y otros tres departamentos promulgaron la “Circular para el Castigo Severo a las Actividades Delictivas en cuanto a la Seguridad de los Alimentos”, que introducía grandes ajustes en la política penal en materia de seguridad alimenticia, lo que marca el paso de una política que combinaba indulgencia con rigidez a una de castigo rápido y duro. Pero finalmente, una pena severa nunca llega a tiempo para eliminar el problema esencial, por lo que la vigilancia sistemática e institucional es más importante.

La corrupción es el tema para el que la población china reserva quizás la mayor cantidad de bilis. Sin embargo, en esta ocasión ocupó la décima posición, la más baja de la historia: en 2008, la corrupción figuraba en la tercera posición. En los últimos años, con el aumento de la concienciación pública sobre los derechos de los ciudadanos y la difusión a través de Internet, la supervisión de la opinión pública ha demostrado un alcance y una fuerza sin precedentes. Un buen número de funcionarios corruptos, como Zhang Zhi'an, Zhou Jiugeng y Yang Xianghong, quedaron expuestos en Internet, todo lo cual ha ayudado a aumentar la confianza de la población en las medidas de lucha contra la corrupción.

Algunos analistas sostienen, sin embargo, que las actuales políticas y el sistema legal de China son insuficientes para proteger la supervisión del poder por parte de la opinión pública. Mao Zhaohui, director del Centro de Investigación sobre las Políticas de Lucha contra la Corrupción y de la Ética Administrativa, de la Academia de Políticas Públicas de la Universidad Renmin de China, piensa que “si queremos facilitar las denuncias públicas en Internet y en los medios de comunicación tradicionales, tenemos que abordar las deficiencias del control de los medios y acelerar el perfeccionamiento de las políticas y legislación sobre el periodismo en China”.