Anna Mae He practicando piano con su profesora.
Anna se aferra a su madre mucho más que sus dos hermanos, Andy, de ocho años de edad, y Avita, de seis, que hablan mandarín sin problemas y parecen encontrarse bastante felices en China.
Avita, una niña extrovertida y de carácter amable, vive en el mismo dormitorio de Anna Mae, para ayudarla a comunicarse con los otros niños. Otra compañera de dormitorio, Fang Xingyuan, comenta que “sabemos que puede hablar chino, pero casi no habla con nosotras. Aún así nos gusta, así que compartimos nuestras chucherías con ella”.
Los profesores de la niña le hacen sentarse en las primeras filas y también le han permitido completar la redacción del examen de mandarín en ingles.
Jiang Ximin, la ciudadora de Anna en la escuela, dice que la niña es extremadamente sensible y que necesita una atención y cuidados extra. “La primera vez que vino, no era capaz de usar los palillos, y casi no comía comida china” comenta Jiang “estabamos muy preocupados y buscamos muchas formas de idear una dieta adecuada para ella, hasta que finalmente hemos conseguido que coma con gusto, aunque sigue sin soportar el picante”.
Al mismo tiempo, Anna Mae mantiene el contacto con los que fueron sus padres adoptivos, y habla con ellos por teléfono cada viernes por la noche. Los Baker esperan que Anna Mae pueda visitarles durante las vacaciones de verano en el futuro.