Hoy día, Bian lleva ya dos años de dedicación al comercio. Es vicepresidenta del Centro de Transacciones de Inmuebles Tongchan Yongli, a cargo de los negocios de publicidad. Está mejorando su inglés en una escuela. Después del turno o clases, lee libros o usa computadora. Para mantenerse en forma, va a un gimnasio dos veces a la semana. Acompañar a su madre es parte importante de su vida y sigue sin novio. Habla de sí con humor: “Soy una chica pasiva, prefiero dejar pasar a mil hombres a perseguir uno por iniciativa propia”. Está acostumbrada a la vida sencilla. A veces se acuerda de sus días de primera guardaespaldas mujer de China. Por lo único siente lástima es por haber dejado el uniforme de policía por siempre. Bian jamás olvidará el color oliva de este atuendo.