Entre julio de 1988 y diciembre de 1994 se alojaron en el Edificio 18 de la Residencia de Huéspedes de Estado Diaoyutai en Beijing las primeras damas de Estados Unidos, la Unión Soviética, India y Rumania, las esposas de los Primeros Ministros del Reino Unido y Japón, princesas de Tailandia y la Primera Ministra de Pakistán, sucesivamente. Cuando empezaba cada día, a la primera persona de pie que veían en el vestíbulo era a Bian Mei, una hermosa y esbelta guardia china con sonrisa dulce. Conocida como la primera guardaespaldas mujer de China, impresionaba a muchos invitados extranjeros, dejándoles recuerdos agradables, no solamente por su alta calidad de profesional, sino también por su comprensión y cortesía sin servilismo ni altanería, a la inversa de la “cara fría” y la “aspereza” que solían asumir los guardias corrientes. Era cual si una brisa suave y un arroyo diáfano.