De acuerdo con estudios geológicos, la mila se originó hace más de 30 millones de años cuando el mundo estaba plagado por coníferas. Debido al desplazamiento continuo de la corteza terrestre, la resina de los árboles quedaba atrapada bajo la superficie. Después de 30 millones de años de presión y calor, la mila se formó.
Esta fabulosa gema no es fácil de encontrar, y no fue sino hasta que se dieron los más recientes avances en química, física y geología, que se estableció científicamente cuál es el orígen de la mila. Este brillante amuleto ha sido el favorito de reyes y nobles (tanto como de coleccionistas) a través de la historia. Muchas mujeres gozan de portar brazaletes o pendientes de mila, ya que se dice que la textura y el color de la sustancia que le compone están casi al mismo nivel que el diamante o la esmeralda.