La noticia de que la reconocida actriz china Gong Li ha adoptado la ciudadanía singapurense ha desatado un intenso debate en foros de opinión.

La estrella, de 43 años nacida en la nororiental provincia china de Liaoning, fue declarada oficialmente ciudadana de Singapur en una ceremonia llevada a cabo el sábado pasado.

Una encuesta realizada por el popular portal Tencent.com mostró que mientras que un 42,4 por ciento de los 6 mil 580 entrevistados respeta su decisión y otro 30,3 por ciento dice que el hecho no reviste ninguna importancia, el 27,3 por ciento restante calificó la acción de ‘una falta de patriotismo’.

Gong se hizo famosa gracias a películas como Vivir y La Linterna Roja antes de conquistar Hollywood con su participación en Memorias de una Geisha y Miami Vice. En 1996 la diva se casó con el magnate singapurense del tabaco Ooi Hoe Seong.

Quienes se pusieron del lado de Gong en los debates sostienen que, ya que su esposo es de Singapur, es completamente normal que ella haya cambiado su ciudadanía. No obstante, sus detractores comparan su decisión con una traición, pues "el origen de su fama es su relación con China".

Las discuciones en línea han alcanzado tal intensidad que los medios se apersonaron del tema.

El Diario de la Juventud de China, uno de los periódicos de más alta circulación con sede en Beijing, publicó un comentario en su edición del martes diciendo que la gente no debería hacer un escándalo al respecto, "en vista de que en este mundo globalizado, cambiar de nacionalidad es una libertad personal".

El rotativo dijo que, más que en el hecho de que Gong sea china o singapurense, la protesta está basada en la creencia de que las celebridades pueden cambiar su ciudadanía mucho más fácilmente que la gente común.