Para abordar estos problemas, en noviembre del año pasado se organizó una cumbre sobre pinturas de campesinos chinos en Shanghai, donde artistas y expertos de todo el país discutieron acaloradamente sobre el desarrollo de esta forma de arte. Algunos insistieron en que mantener la esencia del estilo de pintura y el sabor original era la clave para su supervivencia. Otros creyeron que se deberían de permitir temas para desarrollar estilos entre lo tradicional y lo moderno, añadiendo que la forma de arte debería de reflejar una nueva era a través del arte único.

En un intento para centrarse y vigorizar la influencia del arte, una aldea pintoresca de artistas fue construida en el 2006 en Jinshan para combinar el arte con el turismo. Dos años más tarde, la aldea fue renombrada “Aldea de Pintura de Campesinos de China”, después del ingreso oficial de diez famosos centros de pintura folclórica, incluyendo a Jinshan en Shanghai, Dongfeng en Jilin, Qijiang en Chongqing, Huxian en Shaanxi, y Wuyang en Henan.

Como la elegancia rural que viene con pinturas de campesinos trae recuerdos del olor de la naturaleza en la selva, en comparación con la vida urbana – olores de ciudad y sonidos de empresas - no es imposible de imaginar que este arte folclórico sobrevivirá y prosperará en los próximos años.