Los monjes armados del Templo Shaolin demostraron el por qué son los mejores exponentes de artes marciales en el mundo, al combinar en sus danzas y acrobacias una gran destreza, rapidez, fuerza y precisión.
Desde la representación de una homofonía de gran ímpetu bajo el tema de Wu Linfeng hasta la Danza del Dragón de China Dahongquan, el grupo de artistas chinos dio muestras de sus aptitudes para manejar todo tipo de aditamentos en artes marciales.
Los cuchillos cortos y largos, sables, lanzas con doble punta, kendos (garrotes) sirvieron para que los monjes artistas del Shaolin Kungfu demostraran sus múltiples habilidades.