Los visitantes pueden ver a las ruinas de la Sala Daming y el Pabellón Da’an, así como las torres de las cuatro esquinas del palacio bordeados con ladrillos. La corte bordeada con piedra eran las dependencias imperiales. Existen señales en todo el área que describen a las diferentes ruinas, aunque están todos en chino. También necesitará una buena imaginación, ya que hay muy poca evidencia que alguien vivió allí. Son ruinas auténticas.

Mini autobuses llevan a los visitantes a los diferentes lugares a través de caminos de tierra, siendo útil tener a un guía que hable inglés.

La ciudad externa se construyó con tierra. Al noroeste de la corte está el área de templos, jardines imperiales y talleres. Las zonas del este, sur y oeste ubicadas en las afueras de la ciudad son las zonas del mercado, residencias y almacenes. Marco Polo describió el esplendor de la ciudad muy detalladamente.

Las riquezas escondidas aún no han sido descubiertas, pero los arqueólogos han descubierto artefactos, como azulejos vidriados y tallado de mármol blanco.

Las fundaciones pavimentadas con piedra de unos edificios aún existen. Si sólo esas paredes tuviesen ojos y pudiesen hablar. Las historias que contarían.