Confiado de su inocencia, Assange dijo que “es muy bueno volver a sentir el aire fresco de Londres” y agradeció a sus abogados, a los seguidores que ofrecieron el dinero de la fianza, “a todas las personas en el mundo que tuvieron fe en mí” y al sistema judicial británico, “que aunque no siempre da resultados justos, al menos todavía no ha muerto”.
Poco antes de marcharse a la mansión de Vaugham Smith, un militar británico retirado seguidor suyo que vive en el este de Inglaterra, donde permanecerá hasta tanto sea resuelta la solicitud de extradición de Suecia, Assange afirmó haber sido informado por sus abogados en Estados Unidos de que los fiscales de ese país están preparando cargos contra él por espionaje.
Según el diario The New York Times, los fiscales federales están buscando pruebas de que el director de WikiLeaks conspiró con un antiguo analista de la inteligencia militar estadounidense, que se sospecha filtró los documentos secretos.