
Desde esa perspectiva, Brasil, Argentina y Chile, países que cuentan con materias primas, serían los ganadores, mientras que México, Centroamérica y el Caribe serían los ‘perdedores’ en la competencia con China. Contra esto Dussel argumenta que toda la región tiene un enorme déficit comercial con el país asiático, además creciente en algunos países concretos.
“Esta visión de economías complementarias versus no complementarias se refiere sólo a las exportaciones hacia China, no a las importaciones”, dice, poniendo como ejemplo a Brasil, considerado como país ‘ganador’, cuyas importaciones de productos electrónicos y automovilísticos chinos, sin embargo, están afectando a las estructura interna de la industria brasileña.
Sin embargo, ésto no justifica ni hace inevitable, según Dussel, el proteccionismo hacia los productos chinos en América Latina. “Es necesaria una estrategia, una agenda de entendimiento; si no, habrá problemas”.
En este sentido, sobre los casos concretos de conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, el Dr. Dussel sugiere que América Latina podría jugar un papel de intermediario entre las dos partes, por lo cual China debería plantearse dedicar mejores instituciones y más personal a la región latinoamericana, con el fin de eliminar los mitos y prejuicios existentes sobre China.