Además de las víctimas mortales, hay unas 250 personas desalojadas de sus casas, según la información divulgada por el gobierno regional.
De ellas, unas 85 ya han podido regresar a sus hogares y se trata de personas que habían sido dadas como desaparecidas pero que en realidad no habían podido ponerse en contacto con sus parientes, debido a los fallos en las conexiones telefónicas de la isla.
Los equipos destacados sobre el terreno trabajaban intensamente en todas las zonas afectadas.