Los sobrevivientes también tienen historias que contar:
Johnson, estudiante universitario de Wamba, un pueblo a las afueras de Puerto Principe, tuvo la suerte de escapar del terremoto porque no asisitió a su examen final en la Universidad Episcopal el 12 de enero, ya que ese día tenía que reunirse con su amigo Pascal. El terremoto destruyó la universidad y 27 de los 30 compañeros de Johnson que estaban tomando el examen murieron. Por otro lado, una mujer de 84 años y una joven de 22 años fueron milagrosamente rescatadas el viernes, 10 días después del terremoto. La anciana de 84 años, Marie Carida Roman fue rescatada dentre los escombros de su casa por su hijo y sus vecinos, aunque en muy mal estado. La joven de 22 años fue rescatada el mismo día por el equipo de rescate israelí, y fue trasladada en estado estable a un hospital de Puerto Principe.
El viernes, la ONU dijo que estima que unos 75.000 murieron en el terremoto, una cifra muy inferior a la de las primeras estimaciones, que situaban los muertos en 200.000. De acuerdo también con las estimaciones de la ONU, un million de personas perideron sus casas, y no tres milliones como se había dicho en un principio. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo que hacer ya que los edificios en la capital están destruidos y son peligrosos. Más del 40 por ciento de los edificios en Puerto Principe se derrumbaron durante el terremoto, y hace falta mucho trabajo para limpiar los escombros.
Mientras que efectivos del ejército de los Estados Unidos, siguen controlando el aeropuerto de Puerto Principe, y organizando los aterrizajes y despegues de los aviones, organizaciones internacionales como Médicos Sin Fronteras se quejan de los controles, ya que esos aviones que están cargados con medicinas y equipo médico necesarios para atender a las victimas no pueden aterizar en el aeropuerto inmediatamente.
Todas las miradas ahora están puestas en el siguiente paso a dar en Haiti, ya que no se sabe qué clase de repercusiones podría tener el terremoto a partir de ahora, y se desconoce si la ciudad se librará de las infecciones y contagios que pueden seguir al colapso de la infrastructura de sanidad, así como cuál será el destino de los muchos huérfanos que hay ahora en Puerto Príncipe.