En 2009, las relaciones entre China y América Latina han experimentado varios impactos, como la crisis financiera global y la derivada crisis económica mundial, así como la gripe A (H1N1). China y los países latinoamericanos se han enfrentado a ellas positivamente, convirtiendo la crisis en una oportunidad para el desarrollo.
Ambas partes han fortalecido el diálogo y la cooperación estratégicos, ampliado las relaciones económicas y comerciales, innovado los mecanismos de cooperación, reforzando la colaboración en medio de la crisis y buscando el avance conjunto. Las relaciones sino-latinoamericanas han entrado en una nueva etapa de desarrollo.
La crisis financiera global, el proteccionismo comercial y la gripe A son los tres factores que han influído de forma más clara en el desarrollo de los vínculos entre China y Latinoamérica en 2009. Primero, la crisis financiera global y la económica mundial han afectado gravemente el comercio bilateral.
Entre enero y septiembre de 2009, el volumen del comercio entre China y América Latina sólo registró 85.929 millones de dólares, con una disminución interanual de 23,2%. El volumen de exportaciones e importaciones de China llegaron a 32.291 y 46.638 millones de dólares, cifras que representan un descenso de 28,2% y 18,4%, respectivamente.
Al mismo tiempo, la crisis ha afectado, en cierto grado, las inversiones mutuas, sobre todo las inversiones latinoamericanas hacia China, que se han desacelerado notablemente. Durante los primeros nueve meses de 2009, sólo hubo 642 proyectos de inversión por parte de América Latina hacia el país asiático, con un monto de contratos de 8.201 millones de dólares, lo que supone una reducción del 38,6% y 23,8%.
Se prevé que el volumen del comercio bilateral de 2009 descenderá de los 150.000 millones de dólares registrados en 2008 a 110.000 millones. La reducción del volumen del comercio bilateral y de las exportaciones chinas a América Latina es superior al descenso en el volumen del comercio exterior y el total de las exportaciones del gigante asiático.
Segundo, en medio de la expansión de la crisis financiera, se ha agravado el proteccionismo comercial en la región latinoamericana, lo cual afecta también las relaciones China-América Latina. Entre octubre de 2008 y septiembre de 2009, los productos de los exportadores chinos fueron sometidos a 25 investigaciones de arbitraje comercial por un valor de 358 millones de dólares, que cubren los cuatro ámbitos de industria ligera, textil, metálica y de maquinaria y equipamiento electrónico. China se ha convertido ya el principal país afectado por las medidas proteccionistas de las naciones de la región, y las fricciones comerciales entre ambos lados tienden a agudizarse.
En tercer lugar, la gripe A tuvo un impacto inesperado sobre las relaciones sino-mexicanas. La gripe, originada en México en el mes de marzo, se extendió rápidamente por todo el mundo. Debido a las diferentes situaciones epidémicas y a las diferencias en los estándares de prevención y control, y sobre todo por la inoportunidad e insuficiencia de los contactos, se produjo incluso un incidente diplomático. La confianza mutua entre los dos socios estratégicos fue dañada en cierto grado.