El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien también asiste a la cumbre, comentó por su parte que el 4 de diciembre el Consejo Permanente de la OEA analizará en Washington las elecciones y lo que decida el Congreso de ese país el 2 de diciembre sobre el pedido de restitución del presidente depuesto. Por su parte, el secretario general de Iberoamérica, el uruguayo Enrique Iglesias, señaló en su discurso inaugural que "confiamos en el pronto reencuentro de la familia hondureña dentro del orden institucional", así como que “los ministros de Exteriores han presentado las distintas posiciones de sus gobiernos en busca de una solución de consenso que será trabajada en el día de mañana".
Según el vicecanciller brasileño, Antonio Patriota, Portugal será el encargado de preparar "un texto" para una resolución sobre las elecciones, mientras el ministro de Relaciones Extranjeras de Argentina, Jorge Taiana, declaró que "las elecciones no pueden ser válidas si son efectuadas sin el restablecimiento del presidente constitucional", posición que está respaldada por las delegaciones de Brasil, España, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Adoptando una postura diferente de la de la mayoría de los mandatarios, el vicepresidente y canciller de Panamá, Juan Carlos Varela, afirmó en Estoril que su gobierno reconocerá la legitimidad de las elecciones "si todo culmina como ha comenzado", considerando que "es un paso muy importante para salir de la crisis, no lo es todo, pero es un paso muy importante".
El caso de Honduras y el conflicto entre Colombia y Venezuela por el acuerdo que Bogotá firmó con Estados Unidos para que militares estadounidenses utilicen siete bases militares colombianas constituyen los principales conflictos que estarán presentes en Estoril.