Se hizo todavía más famosa después de que el poeta Wang Han de la dinastía Tang cantara los siguientes versos:
El vino de uva brilla en las copas luminosas. Al llevárnoslo a los labios, el laúd empieza a tocar más rápido. No cabe la risa si caemos ebrios en el campo de batalla. Dinos cuántos pudieron volver vivos de la guerra.
Hoy en día existe en Jinquan una arraigada fábrica especializada en la manufactura de dichas “copas luminosas”. Hoy en día los visitantes de la ciudad, aparte de ver el Paso de Jiayuguan y la parte oeste de la Gran Muralla, todos quieren una visita guiada a la fábrica y tener la oportunidad de comprar algunas copas como recuerdo.