Leyendas
Existen dos leyendas sobre las copas de vino luminosas:
La primera nos cuenta que el agua de un manantial que corría por debajo de la antigua ciudad de Jiuquan estaba dotada de un intenso aroma a alcohol. Un día, dicho aroma fue percibido por dos reyes, el Rey de la Estrella del Sur y el Rey de la Estrella del Norte, quienes estaban inspeccionando la zona. El Rey de la Estrella del Norte se puso de cuclillas al lado de la fuente aclamando “¡Vaya, un manatial de alcohol!” El Rey de la Estrella del Sur cogió una piedra y la convirtió en dos copas. Cuando se hizo de noche, la luz de la luna era casi inexistente, pero las copas destellaban. Desde entonces dicho lugar fue bautizado como “Jiuquan” (que significa “Manantial del Alcohol”), mientras que las copas allí depositadas por las dos deidades son conocidas como “las Copas Luminosas”.
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La otra leyenda cuenta que el Rey Mu (Siglo X a.C.) de la dinastía Zhou bebió una vez con dicha copa y descubrió que centelleaba como el blanco de la nieve a la luz de la luna. Fue entonces cuando empezaron a llamarla "la copa de vino luminosa".