En la antigua tradición china, con el fin de promover un desarrollo integral, se instruía a los estudiantes para que dominaran seis disciplinas prácticas, llamadas ‘Las Seis Artes’: los ritos, la música, la arquería, las carreras de carros, la caligrafía y las matemáticas.
El estudio de los ritos y la música infundía en la gente un sentido de la dignidad y la armonía. Los ritos incluían aquéllos practicados durante las ceremonias de sacrificio, los funerales y los ejercicios militares.
Un famoso dicho de Confucio sobre la educación musical es: “para educar a alguien, se debe empezar por los poemas, enfatizar las ceremonias y terminar con la música”. En otras palabras, una educación no es completa si no contempla la música.
Durante las Dinastías Shang (apr. Siglos XVI-XI AC) y Zhou (siglos XI-256 AC), el tiro con arco era una destreza indispensable para los hombres de la aristocracia. Con la práctica del arco y el protocolo que lo rodeaba, los nobles no sólo ganaban destreza en la guerra, sino que además cultivaban sus mentes y aprendían a comportarse como nobles, lo cual resultaba más importante.