Todas y cada una de las figuras tienen rasgos individuales, pero los retratos de los tres Bodhisattvas principales están especialmente bien hechos. De los tres, la imagen de Guanyin o el Buda Avalokiteshvara es la más impresionante. Su apariencia es espiritual, afable, pura y alejada de lo mundano. Muestra sus senos con gracilidad, con un pañuelo de gasa decorado con flores cubriéndole los hombros, y que parece agitarse suavemente con el aliento de la divinidad. Un grupo de nubes separa a los Seres Celestiales del mundo de los mortales, representado con rocas, arroyos y plantas como el Árbol de Bodhi, peonías, lilas, lotos y bananos.