La quintaesencia del Templo de Fahai son los diez murales bien conservados y completos que datan de la Dinastía Ming. Los murales muestran a los Bodhisattvas de la tradición del Budismo, serers celestiales voladores, animales, flores, plantas y paisajes. De acuerdo con los registros históricos, las pinturas fueron realizadas por famosos artistas reclutados por toda China bajo la supervisión de los renombrados pintores de la Corte Imperial.
Con una superficie cubierta de 236,7 metros cuadrados en la Sala Mahavira, los murales se disponen en los muros oriental, occidental y trasero, en forma de abanico, y se cuentan entre los murales Ming mejor conservados de toda China.
Los expertos consideran maravilloso que tras más de 500 años, los murales se mantengan intactos y tan brillantes y claros como si estuvieran recién acabados, llenando la atmósfera de grandeza, gracias a los pigmentos minerales empleados para teñir la pintura.
Las 77 figuras de los murales describen un espléndido y solemne encuentro de Bodhisattvas, masculinos y femeninos, jóvenes y ancianos, bellos y feos, vívidos seres celestiales y todos diferentes. Pero sus espíritus se muestran unidos por su fe y su moral, dando lugar a una atmósfera de reverencia característica de ese tipo de ocasiones religiosas.