En China, la pirografía, o técnica de grabado al fuego, consiste en grabados artesanales que se marcan en la superficie de las varillas de los abanicos y peinetas, en muebles de madera, en papel o en seda usando una aguja especial de hierro caliente, por lo que se conoce también como grabado al acero o flor de acero. Esta técnica fue registrada por primera vez en China en la dinastía Qing (1644-1911), y es típica de las provincias de Henan, Guangdong, Zhejiang, Jiangsu y Anhui.

En una primera fase, consistía en el grabado de algunos diseños simples que decoraban las artesanías hechas en madera o bambú, base sobre la cual la técnica fue evolucionando hasta producir los diseños que se pueden encontrar hoy en día.

La técnica consiste en calentar la aguja metálica y con ella decorar manualmente el material base, que debe ser bien seleccionado, con diferentes dibujos que se componen previamente y de los que se hace un borrador. Finalmente, se cubren de laca y se engastan.

Este tipo de trabajos son elogiados por sus líneas naturales y concisas, sus representaciones libres y llenas de realismo, cercanas a la realidad y nunca apagadas, elegantes y poseedoras de una belleza antigua. Los temas son variados, desde personas a diseños de flores y pájaros, animales, paisajes y caligrafía. Los que se hacen sobre papel se centran especialmente en figuras sacadas de obras como el Sueño del Pabellón Rojo, el Romance del Pabellón del Ala Oeste, el Romance de los Tres Reinos, el Viaje al Oeste o los frescos de Dunhuang, y son trabajos excepcionales que superan a la naturaleza. Son las mejores artesanías para decorar las casas o para dar como regalo o coleccionar.