La pintura es única porque la montaña que aparece representada en ella parece estar inclinándose en una reverencia ante el pequeño monje que permanece de pie en una barcaza que flota en el río Qin Huai mirando a su vez hacia arriba con admiración a la gigantesca piedra. Lo inusitado es el respeto mutuo que Shi ha representado aquí entre el hombre y la naturaleza, y el estilo sofisticado que emplea.

Otra de las innovaciones más subversivas de Shi reside en la atención que pone al acto de pintar en sí mismo, y que se puede deducir del uso de aguadas, y de sus trazos audaces e impresionistas, además de por el uso de espacios en blanco o negativo para sugerir distancia.

Un ejemplo perfecto de esto se encuentra en su trabajo “10.000 feos puntos de tinta”. A medida que el cuidadosamente dibujado paisaje degenera en salpicaduras al estilo de Pollock, el observador se ve forzado a reconocer que la pintura no es tan transparente como parece. A pesar de haber incluido en el título del cuadro el adjetivo “feo”, los puntos de tinta adquieren en él una belleza abstracta, por lo que es un trabajo único que trastoca los estándares de belleza aceptados en la época.

10.000 feos puntos de tinta

Además, las composiciones de Shi son originales. Tanto si la temática es de nubes y niebla, de rocas y acantilados o de viejos árboles y cuevas, siempre intenta que su pintura sea diferente de las que sus predecesores pudieran haber creado. Shi fue especialmente bueno a la hora de emplear el método de interceptación, de lo que son un buen ejemplo sus pétalos de ciruelo.

La pintura de las nubes y las montañas

La pintura de las nubes y las montañas presenta un cambio sustancial de dos de los principios compositivos clásicos de la pintura china. Anteriormente, los paisajes se componían de tierras en el primer término, árboles en el segundo y montañas en el tercero, o bien el paisaje extendiéndose por debajo, las nubes en el medio, y las montañas arriba. Con el método de interceptación, Shi coge sólo parte de la vista, el la que desaparece el pie de la montaña, que parece ser invisible, mientras que las nubes resaltan en toda su majestuosidad.

Además de sus hermosos y vívidos paisajes, la excepcional poesía y caligrafía de Shi siempre acompaña sus paisajes, mostrando la diversidad de talentos del genial artista.