En China, el melocotón es un símbolo de longevidad. Según las leyendas, Xi Wang Mu (la mítica Reina Madre del Oeste) consigue la inmortalidad tras comer melocotones de la longevidad.
[Bai Yuan Shou Tao]
Bai Yuan Shou Tao (el mono blanco y los melocotones de la longevidad) cuentan una historia: la madre del mono blanco en Yunmengshan (una montaña en Beijing) cayó enferma y quiso comer melocotones. El mono blanco guardaba mucho la piedad filial y fue a robar melocotones de la inmortalidad. El hada Sun Zhenren, que guardaba el melocotonero, lo agarró, pero, conmovida por la piedad del hijo mono, lo dejó marchar. En compensación, la madre, tras recuperarse, envió a su hijo a que entregara un libro sobre el arte de la guerra al hada Sun. Desde entonces, los melocotones y el mono blanco son símbolo de longevidad.
El Quilin o Kylin es un animal mitológico chino. Hay dos tipos de piedras soportales que representan al Quilin. En una, aparece girando la cabeza y abriendo la boca. Este quilin mira hacia el cielo, con una majestuosa apariencia divina, para rezar por la paz, el orden y la prosperidad del país.
El otro está basado en una historia sobre el quilin: una noche, Confucio vio un destello de luz en el cielo. Al anochecer, se encontró con un niño que lanzaba piedras a un quilin junto al río. Confucio corrió para socorrer al quilin, cubriéndolo con sus ropas y vendando sus heridas. El quilin lamío sus manos y le entregó tres libros a través de su boca. Las piedras esculpidas con este diseño servían para desear buena surerte en los exámenes imperiales.
Las piedras son un vehículo único para la cultura china. Han dejado su huella en las tradiciones chinas, la historia e incluso las esperanzas de sus dueños.
Las piedras permanecen delante de las puertas, cargadas de deseos y sueños, guardando familias y siendo testigos del paso de las eras.