La extendida distribución del té puede ser atribuida a la dilatada práctica del Budismo Zen a lo largo y ancho del país. Como el dormir y el comer les estaban estrictamente prohibidos a los budistas que practicaban la meditación, sólo podían beber té. Muchos monjes se convirtieron en entendidos del té.
El monje que adoptó a Lu Yu era un amante del té, y Ly Yu le preparó té desde su niñez. Al pasar los años, el dominio de la elaboración del té de Lu Yu creció y éste desarrollo un enorme interés en su preparación. En los años siguientes, Lu Yu se retiró del mundo exterior para concentrarse en la investigación sobre el té. Los frutos de dicha investigación fueron recogidos en su obra maestra, el Clásico del Té.
La obra maestro Cha Jing o el Clásico del Té
En su libro, Lu Yu hace un intento por presentarnos exhaustivamente toda la información que posee acerca de la cultura del té. Se divide en tres secciones. La primera tiene tres capítulos, donde se habla del té y de su producción. La segunda tiene sólo uno, donde se enumeran los utensilios usados para su producción. La última tiene seis capítulos, que van desde la valoración del té hasta los antiguos archivos sobre él.
Puede que el capítulo con mayor valor histórico sea el séptimo, titulado “Eventos del té” que recoge los incidentes relacionados con el té a lo largo de miles de años, desde los tiempos más legendarios a la dinastía Tang.
Tras la dinastía Tang, el Cha Jing fue encuadernado en un sólo volumen, haciendo que la versión tripartita ya no estuviese disponible.