El jade en bruto puede ser pulido y procesado para conseguir elevarlo a un estándar satisfactorio. La categoría que se le da a la piedra está ligada al grado de procesamiento de la misma. Una esmeralda de categoría A, por ejemplo, es una esmeralda que ha sido cortada, tallada y pulida pero en la cual el color y sustancia innata ha permanecido inalterada. Una esmeralda que ha sido bañada en ácido o álcali y reconstituida con resina sintética es de categoría B, mientras que aquellas que han sido teñidas son de categoría C. Los criterios para la evaluación de las piedras incluyen el color, la transparencia, la estructura, la pureza, el trabajo de tallado del artesano y el peso.
El carácter chino para esmeralda es feicui, el mismo que para el martín pescador, donde el macho, de color rojo, se llama fei, y la hembra, de color verde, cui. Las esmeraldas naturales son también, o bien rojas o bien verdes, de ahí su nombre en chino. las esmeraldas se ganaron el favor de los emperadores chinos a finales de la dinastía Ming y principios de la Qing, cuando de repente se las empezó a considerar como el más preciado de todos los jades.
La escuela de pensamiento confuciana siempre ha elogiado encarecidamente las cinco virtudes del jade, comparándolas con las cinco virtudes del “hombre verdadero”. El brillo del jade simboliza la benevolencia, su transparencia la justicia, su tono, la sabiduría, su solidez el coraje y sus vetas honestidad y autocontrol. Aquellos que aman el jade deben ser “hombres verdaderos” y comportarse de acuerdo con las cinco virtudes.
El jade en la vida cotidiana
El jade fue predominantemente característico de la sociedad china antigua, y aparece en objetos decorativos, utensilios domésticos y recipientes rituales de las casas de familias acomodadas.
Los accesorios de jade eran particularmente populares, y, además de sus connotaciones morales, el jade estaba considerado también como un poderoso amuleto. El jade, presente en la cultura china durante siglos, se hizo especialmente popular en las dinastías Ming y Qing, convirtiéndose en una característica de los vestidos de la corte imperial. El jade, llevado por el emperador, la emperatriz, otros miembros de la familia imperial y oficiales de la corte, implicaban diferentes rangos. Los accesorios de jade que se conservan de la dinastía Ming son principalmente cinturones y broches. En la dinastía Qing, había ya una gran variedad de objetos, que incluían pequeños bolsos, horquillas para el pelo, protectores para los nudillos, y pasadores. Los diseños más populares eran los peces, corazones u otros diseños de animales. Hoy en día, sin embargo, la mayoría de los adornos de jade son joyas, como por ejemplo brazaletes o colgantes.
En el mercado actual, los jades más apreciados son el jade Hetian, en primer lugar, el jade Xiuyan, el jade Dushan, la zurita y la turquesa. El jade de Hetian toma su nombre de su lugar de procedencia, en la región autónoma de Xinjiang, aunque también puede ser encontrado en Qinghai, Sichuan, Liaoning, Gansu y Taiwán, así como en Rusia (el mejor después del chino) Polonia, Alemania, los Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda.