Comedias
1973, La casa de los 72 inquilinos (dirigida por Chor Yuen)
Producida por los Hermanos Shaw y dirigida por Chor Yuen, uno de los mejores directores de cine de Hong Kong de los años sesenta y setenta. La película muestra un uso muy inspirado del idioma local, el cantonés, y como ejemplo clásico del género burlesco condujo a una serie de iniciativas en el seno de la industria hongkonesa que cambió radicalmente su imagen, estableciendo una nueva trayectoria para este género.
1974, Juegos, jugadores, juego (dirigida por Michael Hui)
Esta fue la primera película en la que participaron los tres hermanos Hui (Michael, Sam y Ricky) de forma conjunta. Michael dirige, mientras que Samuel canta y compone la música, y Ricky tiene un pequeño papel como jugador secundario.
Ambientadas en el Hong Kong moderno, las comedias de los hermanos Hui fueron terriblemente populares entre las clases trabajadoras en la década de los setenta y primeros ochenta. Después de esta primera producción, rodaron otras que hoy en día aún se ven como la quintaesencia del cine cómico hongkonés: Los detectives (1976), El contrato (1978) y Seguridad ilimitada (1981), la cual les valió el premio al mejor actor por la Academia de Cine de Hong Kong.
2001, Fútbol Shaolin (dirigida por Stephen Chow)
Esta película es un ejemplo perfecto del tipo de comedia que hace Stephen Chow, y al que él mismo llama “mo lei tau” (sinsentido). La película trata de un grupo de maestros de las artes marciales que intentan usar sus extraordinarias habilidades para ganar un partido de fútbol. Es, a partes iguales, deslumbrante y estúpida, y, como siempre, por el camino Chow se quita el sombrero ante algunos de los grandes del cine hongkonés. En realidad, la película celebra el triunfo de los desamparados, y aunque a menudo el humor que emplea está especialmente dirigido a las audiencias locales, tiene un atractivo que rebase fronteras.
Los cineastas
Lai Man-Wai
Llamado a menudo “el padre” del cine de Hong Kong, Lai Man-Wai (1893-1953) recibió su formación en el teatro y trabajó como fotógrafo antes de unirse a su hermano Lai Buk-hoi para realizar la película Zhuangzi prueba a su esposa en 1913. En 1923, formaría la compañía de cine Minxin, que en 1925 produciría Pícaro, una de las primeras películas de larga duración del cine hongkonés y su primer gran éxito de ventas. Por otro lado, aunque Lai Man-Wai abriría más adelante el primer “súper-estudio” de la ciudad, la compañía cinematográfica Lianhua, quizá es más conocido y recordado por su temeraria travesura de documentar con su cámara las campañas militares del doctor Sun Yatsen contra los ejércitos de la dinastía Qing en los años 20.
Run Run Shaw
El hombre que tomó prácticamente solo la dirección del cine hongkonés tras la guerra empezó su carrera cinematográfica en el estudio cinematográfico de los Mares de Sur en 1930. Run Run Shaw hizo realmente carrera, sin embargo, en la década de los cincuenta, llevando a los enormes estudios de los hermanos Shaw a producir un éxito tras otro, sin importar con qué tipo de película o género se las tuviera que ver. Más de 900 producciones llevan su firma como jefe de estudio, mientras que la estación de televisión que él mismo fundó en 1967, la TVB, se acabaría convirtiendo en un campo de entrenamiento para algunos de los mejores futuros directores de cine de Hong Kong. Además, Run Run Shaw ha mostrado su espíritu caritativo a los largo de los años con numerosas contribuciones benéficas procedentes de los beneficios de la industria cinematográfica.
Raymond Chow
Cuando Raymond Chow abrió el estudio Golden Harvest en 1970, dijo que quería encontrar a los mejores directores de cine de Hong Kong para darles la oportunidad de hacer sus propias películas. Aquellos que le siguieron en este sueño, desde Bruce Lee a Tsui Hark y John Woo, contribuyeron a la hegemonía local de Golden Harvest en los setenta y ochenta, ya que el estudio acaparó gran parte de las películas de artes marciales y películas de suspense callejero que se convertirían en el distintivo de la industria del cine hongkonesa. Además, Raymond Chow fue el primer productor cinematográfico hongkonés en probar suerte con las películas internacionales, estableciendo unas pautas de coproducción que siguen estando vigentes hoy en día.
Stephen Chow
El único talento de Stephen Chow parece ser la producción de películas súper-taquilleras (hasta el momento no ha habido ninguna película que le supere en este sentido en Asia). Chow empezó a desarrollar su estilo 'mo lei tau' (sinsentido) mientras se entrenaba como actor en el canal de televisión TVB en los ochenta. Con películas como Fútbol Shaolin (2001) o Chanchullos kung fu (2004), se ha convertido en un ganador regular de los certámenes del festival de cine de Hong Kong, tanto en la faceta de actor como de director.
Jackie Chan
Jackie Chan dice que él soñó con ser una estrella desde sus primeros años como miembro de la compañía de ópera china hasta la etapa que pasó como extra en las mágicas películas de Bruce Lee. Más de cien películas después, y con cientos de miles de dólares recaudados en taquilla, Chan se ha convertido en una de las estrellas de cine más productivas del mundo. Desde Historia de policías, en 1985, hasta éxitos internacionales como La hora punta (1998), la versatilidad de Chan ha sido legendaria, aplicando además su talento a las tareas de productor ejecutivo.
¿Qué ocurrirá con el cine de Hong Kong en los próximos años? Algunos observadores creen que, dados los rápidos progresos en el acercamiento entre Hong Kong, la China continental y Taiwán, la fuerza distintiva del cine hongkonés nacido tras la Segunda Guerra Mundial tiene los días contados. Las coproducciones con la China continental probablemente marcarán el camino para la industria cinematográfica de Hong Kong, como demuestra la película de John Woo El acantilado rojo 1, de 2008. La creciente integración con el cine de sus vecinos asiáticos, como Japón y Corea también es una señal de que nada puede darse por sentado en esta nueva y excitante era del cine mundial.