Ju Chongzhao, un experimentado “gigante”, comenta que el vendaje alrededor de las piernas no debe ser excesivamente ajustado o suelto, y mientras se avanza la cintura necesita estar completamente recta y los ojos mirando hacia adelante.
En el pasado, solo los hombres tenían permiso para participar, pero hoy en día las mujeres también lo hacen, añadiendo nueva energía y personalidad a su Antigua tradición.
Normalmente, más de cien “gigantes” toman parte en el desfile de la calle Kushui, siendo los estudiantes de instituto y los universitarios los que asumen los roles principales, mientras que el resto de participantes son de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años.
Cada uno de los expertos participantes es entrenado desde muy tierna edad, empezando con zancos cortos y practicando hasta que son capaces de sostenerse sobre zancos más y más altos. El “gigante” más joven del desfile principal cuenta tan sólo con cinco años de edad, y, por lo general, un zancudo completa su formación como tal normalmente a los 16 años.
Ju comenta también que “además de desarrollar excelentes habilidades, es vital ser capaz de caminar sobre los zancos que pesan más de diez quilos y mantener la actuación durante más de tres horas soportando un vestido también muy pesado”. Además, los zancos utilizados en el desfile de la calle de Kushui son más largos que los que se utilizan en cualquier otra parte de China.
La excelencia de los “gigantes” se debe en gran parte a la rivalidad. Según los mayores, antes solían haber dos equipos, la Sociedad del Norte de la Calle y la Sociedad del Sur de la Calle, que competían por ver quién podía lucir durante el festival anual los zancos más largos.
Hay también una leyenda muy interesante detrás de la tradición de caminar con zancos: Al este del pueblo, hay una montaña llamada Changshan, que tiene la forma de un enorme dragón. Con anterioridad a la dinastía Ming, la cordillera montañosa y el área de canales alrededor del río era verde y exuberante. De acuerdo con la leyenda, Liu Bowen, asesor militar de Zhu Yuanzhang, que más tarde se convertiría en el primer emperador de la dinastía Ming (1368-1644), pasó por el lugar y vio que la cordillera tenía esta forma. Dado que en la China clásica esta visión simbolizaba el nacimiento de un nuevo rey, Liu alzó su espada y cortó la cordillera por la mitad.