La revista de la Asociación Estadounidense del Corazón se hizo eco en uno de sus informes del descubrimiento de Woo: según un estudio de los patrones alimenticios de 52 países, en la dieta típica occidental –comida frita, tentempiés salados y carne- radica el 30% del riesgo de ataque al corazón mundial.
“Quizás deberían ingerir mayores cantidades de fruta y verdura, en las que la dieta china es rica, hacer hincapié en las proteínas vegetales y tomar menos lácteos y carne. Deberían además plantearse adoptar la manera de cocinar china, donde prima la cocina al vapor en contraposición a los fritos saturados en aceites”, sugiere Woo. Dichas recomendaciones alimenticias son similares a aquéllas de las organizaciones cardiacas, entre otras, la Asociación Estadounidense del Corazón.
La dieta china incluye además varios tipos de té, como el verde, el negro, el de jazmín, etc. Woo sostiene que el té verde podría tener mucho que ver con los antioxidantes contenidos en la bebida. Se cree que dichos antioxidantes, que se encuentran en las vitaminas y otros alimentos, combaten las enfermedades cardiacas, contrarrestándolas mediante radicales libres de oxígeno.
Otro informe publicado en Junio de 2008 en la “Revista Estadounidense del Corazón”, basado en el estudio clínico de 5000 pacientes de entre 18 a 70 años durante un período de 5 años en China, concluye que el arroz de levadura roja contenido en la dieta tradicional china podría reducir en un tercio las enfermedades cardiovasculares.
Pese a que algunos investigadores han reconocido la existencia de componentes dañinos para el corazón en la dieta tradicional china, como pueden ser la sal y la salsa de soja, también han precisado que sus efectos podrían ser contrarrestados por otros componentes de la dieta.