Un día después corresponde a la limpieza general, y los chinos matan cabras y cerdos el 25 para asar sus carnes un día más tarde.
Ya el 27 se matan gallos para preparar distintos platos, el 28 se fermenta la masa de harina y el 29 se hacen panes de diferentes sabores.
Los preparativos son bastante intensos para que la gente no use cuchillos al cocinar en la noche vieja, el último día del año. Esta costumbre heredada de los antecesores significa la paz y tranquilidad.
El último día del año, todos los miembros de la familia regresan a casa, siempre que sea posible, para comer en reunión familiar. Esta cena de noche vieja se llama "Nianyefan", la más sabrosa e importante de todo el año.
Platos de carne de res, cerdo, cabra, pollo, pato y pescado son comidas indispensables del banquete. Muchos de los platos que se preparan para esta ocasión son considerados como símbolos de buena suerte.
El plato de pescado no se come completamente ese día, sino que se deja un poco para degustar en el inicio del año próximo, o sea, el siguiente día.
Eso significa que todos los años se debe tener sobrantes. La pronunciación de las palabras "pescado" y "tener sobrantes" es igual. Tener sobrantes es una esperanza de los chinos que creen que así no van a sufrir de pobreza en el próximo año.