Hace siglos, un oasis en el desierto de Gobi surgió como una importante parada de la Ruta de la Seda. Se trata de Dunhuang, hogar de ricos tesoros budistas, almacenados en templos ubicados en grutas en la provincia china de Gansu. Por más de mil años, el pensamiento budista llegó a este lugar a través de monjes que viajaron desde la India hasta Asia Central. Aquí, ellos establecieron monasterios en cuevas con distintivas obras de arte budista, que se mezclaron con la cultura china local. Muchas de estas piezas están reunidas en la exposición: "Luces de Dunhuang", en el Palacio Nacional de Bellas Artes en Beijing.
Al ingresar en los corredores dorados y carmesí, los visitantes quedan inmediatamente sorprendidos por el tamaño y la calidad de la colección. El recorrido cronológico y la diversidad de las piezas son revelados en 10 cuevas recreadas vívidamente. La exposición incluye 13 réplicas de esculturas antiguas, 9 piezas originales y 100 copias de murales. Todas las piezas han sido dispuestas artísticamente a lo largo del primer piso del palacio.
Para las personas que buscan algo de acción visual, este buda durmiente en tamaño natural infunde temor y a la vez respeto. Con casi 2 metros de ancho, esta réplica estaba alojada en un principio en la gruta 158, al sur de las Grutas Mogao. "Historia de un buda rezando" fue pintado en la pared contigua. Este monasterio es el lugar más importante para alcanzar el nirvana, tallado durante el periodo del Reino Tibetano de Tubo a finales del siglo 8.
Estas grutas recreadas son parte de las Grutas Mogao. En esta parte de la Ruta de la Seda, fueron tallados 492 grutas monasterio dentro de un precipicio, extendiéndose por más de 15 millas.
Los elaborados murales que cubren las paredes representan el cielo y la tierra según la visión de la China antigua. Estos murales, con una extensión de 50 mil metros cuadrados, presentan daños por el constante paso del viento, arena, agua y sal, y los turistas también han provocado su desgaste. Ahora la protección de los murales se ha vuelto primordial. Este trabajo está a cargo de expertos de la Academia de Dunghuang, establecida en la década de 40. El resultado es un sistema completo de reproducciones fieles.
Murales de la famosa Biblioteca Monasterio poseen un conocimiento casi enciclopédico. Su descubrimiento no solo extiende el arte de Dunhuang, sino que también atrae a muchos artistas chinos, de la misma forma en que un templo puede inspirar a los peregrinos. Entre ellos está Fan Jinshi, una pequeña y entusiasta arqueóloga, que ahora dirige la Academia Dunhuang. Considerada como la guardiana de las Grutas Mogao, Fan expresa que la exhibición, la más grande de arte de Dunhuang, significa mucho para sus compañeros de trabajo y aún más para todos que acuden a esta localidad.
Fan Di'an, director del Palacio Nacional de Bellas Artes, estuvo complacido al descubrir que el lazo histórico que une a Dunhuang y a su palacio se remonta a los años 50. Los aleros del edificio están moldeados con la forma de las Grutas Mogao. Este diseño innovador hizo que el palacio ganara un lugar entre las 10 edificaciones más importantes de Beijing en 1959.
Para su primera exposición de 2008, la de mayor dimensión realizada hasta la fecha, el Palacio Nacional de Bellas Artes ha remozado su fachada, ha embaldosado nuevamente sus pisos y ha hecho renovaciones a sus techos y paredes.
Traducido literalmente como "Inspiración resplandeciente", el arte de Dunhuang inspira y emociona tanto a artistas como a la gente común.
En los corredores del palacio, los visitantes chinos descubren una nueva dimensión de una parte de su cultura perdida en el tiempo. Ellos son llevados a la grandiosidad del arte de Dunhuang, en donde cada mirada es una nueva emoción.
"Luces de Donhuang" estará abierta al público en el Palacio Nacional de Bellas Artes hasta el 21 de marzo.