A diferencia de la hibridación tradicional realizada en diversas variedades de plantas de la misma familia, Zhu introduce el cromosoma de una planta a la célula de otra para conseguir un nuevo cultivo, como el guisante-maíz, el trigo-maíz, el sorgo-arroz, el maíz-arroz, el maíz-trigo y cien nuevos tipos de cereales, de los cuales el maíz-arroz y el maíz-trigo han obtenido el certificado oficial del Ministerio de Agricultura.

En vista de que el especial ADN del virus del mosaico de la coliflor y el de otras bacterias deben usarse como vehículos durante el proceso transgénico, y a pesar de que se ha producido una amplia discusión en cuanto a su seguridad, la gente siente una gran preocupación por los cereales transgénicos. “El 25 de mayo de este año, más de 50 países se manifestaron contra este tipo de alimentos”, recuerda Zhu.

Sin embargo, las nuevas variedades obtenidas mediante la hibridación de cromosomas naturales son seguras. No se ha recurrido al ADN de ningún virus ni bacteria y las plantas hibridadas han sido reconocidas como alimentos.

Además de su seguridad, la técnica de Zhu ha ayudado a elevar considerablemente la composición nutritiva de los cultivos. En comparación con el porcentaje normal de proteínas en el maíz (7,9%), el del nuevo producto maíz-trigo llega al 11,4%, muy cerca del porcentaje presente en el trigo (12,5%).