A fin de conducir al pueblo de todas las etnias del país en el cumplimiento de la grandiosa meta de la modernización socialista, el Partido Comunista de China debe, actuando estrechamente en torno a su línea fundamental, fortalecer su capacidad de gobernación del país, su carácter de vanguardia y pureza, llevar adelante en todos los aspectos la nueva magna obra de su propia construcción con espíritu reformador e innovador e impulsar integralmente su construcción en ideología, organización, estilo, lucha contra la corrupción, fomento de la moralización administrativa e implementación institucional, y elevar en todos los aspectos el nivel de la cientificidad de su construcción. Ha de ser constante tanto en mantenerse al servicio de los intereses públicos y gobernar el país en bien del pueblo como en gobernar lo suyo y disciplinarse con rigor y desplegar sus bellas tradiciones y estilo, esforzarse sin tregua tanto para elevar su nivel de dirección y de gobernación del país y aumentar su capacidad de resistir a la corrupción, de prevenirse contra la degeneración y de contrarrestar los riesgos, como para afianzar sus cimientos clasistas, ampliar su base de masas e incrementar sin cesar su fuerza creativa, cohesiva y combativa, y hacer de sí mismo un partido gobernante marxista empeñado en el estudio, servicio e innovación, con el fin de ponerse siempre al frente de la época y convertirse en un sólido núcleo capaz de dirigir al pueblo de todo el país en su avance ininterrumpido por el camino del socialismo con peculiaridades chinas. En su construcción, el Partido debe cumplir resueltamente las siguientes cuatro exigencias básicas:
Primera: que se mantenga en su línea fundamental. Todo el Partido debe unificar sus criterios y sus acciones a la luz de la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad, la concepción científica del desarrollo y la referida línea, y perseverar en hacerlo por largo tiempo y sin la menor vacilación. Tiene que integrar la reforma y la apertura con los cuatro principios fundamentales, llevar a efecto la misma línea en todos los sentidos, ejecutar por completo su programa básico para la etapa primaria del socialismo y luchar contra todas las tendencias erróneas, tanto de “izquierda” como de derecha, con énfasis en prevenir las de “izquierda”, aunque es necesario que permanezca alerta contra las de derecha. Ha de fortalecer la construcción de los equipos dirigentes de los diversos niveles, seleccionar y emplear a los cuadros que se distingan en sus cargos por los méritos realizados en el curso de la reforma, la apertura y la modernización socialista y que gocen de la confianza de las masas, y preparar y forjar a miríadas de continuadores de la causa socialista, con el objetivo de garantizar en lo organizativo la aplicación efectiva de la teoría, la línea, el programa y la experiencia fundamentales del Partido.
Segunda: que persevere en emancipar la mente, buscar la verdad en los hechos, avanzar con los tiempos y actuar de forma realista y pragmática. La línea ideológica del Partido supone hacerlo todo partiendo de la realidad, integrar la teoría con la práctica, buscar la verdad en los hechos, y verificar y desarrollar ésta a través de la práctica. Todo el Partido tiene que seguir firmemente esta línea ideológica, explorar con dinamismo, experimentar audazmente, abrir vías inéditas e introducir innovaciones, trabajar de forma creativa, estudiar constantemente las circunstancias emergentes, resumir las nuevas experiencias y solucionar los problemas nuevos, para enriquecer y fomentar el marxismo e impulsar su adaptación a las condiciones de China en medio de la práctica.
Tercera: que se reafirme en servir de todo corazón al pueblo. El Partido no tiene otros propios intereses particulares que los de la clase obrera y los de las masas populares más amplias. En todo momento antepone a todo los intereses de las masas, comparte con ellas tanto las alegrías como las penalidades, mantiene con ellas los vínculos más estrechos, y persevera en ejercer el poder en bien del pueblo, unirse en el sentimiento con él y procurar intereses a su favor, sin permitir que los militantes, quienesquiera que sean, se separen de las masas o se coloquen por encima de ellas. Aplica en el trabajo la línea de masas, procurando hacerlo todo en bien de éstas, apoyarse en todo en ellas, actuar según el principio “de las masas y a las masas” y convertir los propios postulados acertados en acciones conscientes de ellas. La mayor ventaja política que posee el Partido está en su estrecha ligazón con las masas, mientras que el mayor peligro que le acecha tras su asunción del Poder estriba en disociarse de ellas. El problema del estilo del Partido y de sus vínculos con las masas populares es para él de vida o muerte. El Partido, al perseverar en la directriz de tratamiento tanto sintomático como de raíz, rectificación integral y simultaneidad de castigo y prevención con acento en esta última, implanta y perfecciona un sistema de castigo y prevención de la corrupción, con miras a combatirla sin tregua y potenciar el fomento de su propio estilo y la moralización administrativa.