Nuestro país permanece y seguirá permaneciendo durante largo tiempo en la etapa primaria del socialismo. Se trata de un periodo histórico ineludible que habrá de prolongarse un centenario para la modernización socialista de una China aún atrasada en los terrenos económico y cultural. En nuestra construcción socialista es imperativo partir de la realidad del país y seguir el camino del socialismo con peculiaridades chinas. En la presente fase, la contradicción principal en nuestra sociedad es la que existe entre las crecientes demandas materiales y culturales del pueblo y la atrasada producción de la sociedad. Debido a factores internos del país y a la influencia internacional, la lucha de clases va a subsistir por largo tiempo en determinados ámbitos, siendo posible que se agudice en ciertas condiciones, pero ya ha dejado de ser la contradicción principal. La tarea fundamental de la construcción socialista de nuestro país consiste en emancipar aún más las fuerzas productivas, desarrollarlas y realizar gradualmente la modernización socialista, mientras tanto introducir para ello reformas en aquellos aspectos y eslabones de las relaciones de producción y de la superestructura que no se ajusten al desarrollo de tales fuerzas. Es preciso mantener y perfeccionar el sistema económico básico caracterizado por el desarrollo conjunto de las economías de diversas formas de propiedad, con la de propiedad pública como la principal, así como el sistema de distribución, basado en el reparto a cada uno según su trabajo como forma principal acompañado de la coexistencia de diversas modalidades distributivas, y animar a unas zonas y personas a prosperar antes que otras, para eliminar paso a paso la pobreza y alcanzar la prosperidad común, satisfaciendo continuamente las crecientes demandas materiales y culturales del pueblo sobre la base de la expansión de la producción y el crecimiento de la riqueza social e impulsando el desarrollo integral de la persona. El desarrollo es la primera de las tareas más importantes del Partido en la gobernación y revigorización del país. En todas nuestras labores es indispensable que consideremos como punto de partida y criterio probatorio general la contribución a la expansión de las fuerzas productivas de la sociedad socialista, al aumento de la fortaleza integral del país socialista y a la elevación del nivel de vida del pueblo, respetemos el trabajo, el saber, el personal cualificado y la creación, y consigamos que el desarrollo fluya a favor del pueblo, cuente con su apoyo y le brinde los logros para su codisfrute. Al franquear el umbral del nuevo siglo, nuestro país ha entrado en una nueva etapa de desarrollo: la de edificar en todos los aspectos una sociedad modestamente acomodada e impulsar de modo acelerado la modernización socialista. Es imperativo promover en toda la línea la construcción en los ámbitos económico, político, cultural, social y de civilización ecológica de acuerdo con la disposición general de la causa del socialismo con peculiaridades chinas. Los objetivos estratégicos del desarrollo económico y social en el nuevo siglo y la nueva etapa son: consolidar y elevar el nivel de vida modestamente acomodado ya alcanzado de forma preliminar, para culminar en el centenario de la fundación del Partido la edificación de una sociedad modestamente acomodada, con un nivel más alto que permita beneficiar a una población de mil y cientos de millones de habitantes; y en el centenario de la proclamación de la República Popular llegar a la altura de los países medianamente desarrollados en lo tocante al PIB per cápita y materializar en lo fundamental la modernización.
La línea fundamental del Partido Comunista de China en la etapa primaria del socialismo es: dirigir y unir al pueblo de las diversas etnias del país para que asuma la construcción económica como tarea central, persista en los cuatro principios fundamentales y en la reforma y la apertura, se autosupere, trabaje duro y con espíritu emprendedor, y bregue por hacer del nuestro un país socialista moderno, próspero, poderoso, democrático, civilizado y armonioso.
En la dirección de la causa socialista, el Partido Comunista de China debe perseverar en la construcción económica como tarea central, supeditando a ella y poniendo a su servicio todas las demás labores. Ha de aprovechar sin demora las coyunturas propicias para acelerar el desarrollo, llevar a la práctica la estrategia de revigorizar el país mediante la ciencia y la educación, la de potenciarlo con la formación de recursos humanos cualificados y la estrategia del desarrollo sostenible, maximizar el papel de la ciencia y la tecnología como primera fuerza productiva, apoyarse en el progreso científico-tecnológico y elevar las cualidades de los trabajadores, con miras a promover un desarrollo tan sano como rápido de la economía nacional.