La policía china lanzó una campaña contra el tráfico humano en abril de 2009 y hasta el pasado mes de noviembre de 2010, había encontrado a más de 6.700 niños, según el Ministerio de Seguridad Pública.
Los agentes también crearon una base de muestras de ADN de los niños supuestamente secuestrados y sus progenitores, una iniciativa que ha ayudado a reunir a más de 813 niños con sus padres, según djo el Ministerio el pasado mes de septiembre.